Proyectos

Desarrollo residencial mixto en Panyu, Guangzhou (China)

El proyecto surge como consecuencia de una invitación  para competir en un concurso convocado por la empresa Promotora COUNTRY GARDEN de la República Popular China y  se refiere a un desarrollo inmobiliario de 130.000m2 de techo para usos mixtos: residencial, oficinas y servicios en Panyu, Guangzhou.

La propuesta presentada que resultó ser la ganadora, se realizó mediante una “Joint Venture” entre A&SB y la ingeniería de Guangzhou TERMER INT’L.

En la concepción del proyecto se tuvo muy en cuenta el entorno climático:

Guangzhou es una ciudad situada en el sur de la China, cercana a Hong Kong, y tiene un clima tropical húmedo, altas temperaturas y humedad relativa y pluviometría muy abundante sujeta al régimen de lluvias monzónicas.

Como estrategias pasivas, para adaptar la propuesta la protección solar y la ventilación, aprovechando tanto las brisas marinas como la termo ventilación generada por la propia sección del conjunto.

En la solución adoptada se optó por diseñar dos alineaciones de edificios aislados de media altura en las que sobresalen tres edificios altos  organizados en ambas bandas de un espacio central, conformando una sección escalonada con sucesivas terrazas ajardinadas.

La incorporación de la vegetación tropical en  todo el conjunto permite conseguir un entorno paisajístico atractivo y generar los beneficiosos efectos anti-estrés y de mejora de la calidad del aire básicos para la salud y bienestar de sus habitantes.

También ayuda a gestionar adecuadamente el agua de lluvia que en la época monzónica cae torrencialmente. La vegetación permite laminar el caudal y una absorción progresiva de la escorrentía, evitando las acumulaciones de agua y posteriores inundaciones que generan las superficies totalmente impermeabilizadas.

Para alcanzar el objetivo NZEB’s, los edificios están cubiertos con una pérgola fotovoltaica que genera  protección solar y es al mismo tiempo el soporte de un campo fotovoltaico que producirá una parte de la energía eléctrica que consumirán los edificios. Ello permitirá una disminución considerable las emisiones de CO2 y consiguientemente de la huella de carbono, contribuyendo así a la lucha contra el cambio climático.